SENZA CENSURA N.22
marzo 2007
Editorial
No podemos no dedicar la editorial de este número a los eventos que han ocupado en las últimas semanas la atención general del movimiento. Nos referimos a los arrestos ocurridos el 12 de Febrero de 2007, a la gran campaña de criminalización de numerosas estructuras y realidades de movimiento (culminada con el arresto de 4 personas "culpables" de fijar manifiestos de solidaridad con los arrestados el 12 de Febrero), al clima de terror y de alarma social creado en la víspera de la manifestación del 17 de Febrero en Vicenza, y a la misma gran jornada de movilización en Vicenza.
Quisieramos hacerlo, saliendo de lo específico (por lo específico, se encuentran algunos materiales en este número, incluído nuestro comunicado hecho en los días consecutivos a los arrestos de Febrero) e intentando seguir algunas líneas de reflexión política mas generales.
Una pesada continuidad
Desde algún tiempo hasta hoy, somos testigos contínuamente, en forma cada vez más evidente, de una progresiva reducción de los espacios de movilización política.Esto lo denunciamos desde hace ya mucho tiempo. Los ejemplos pudieran ser muchísimos, y citaremos solo algunos justamente porque, tal vez, unos mas que otros, han suscitado recientemente un debate a nivel nacional: desde los arrestos de los antifascistas el 11 de Marzo del año pasado en Milán (1), a la criminalización de slogans y acciones del movimiento durante las manifestaciones en solidaridad con la lucha Palestina, a las investigaciones por reato asociativo o con la acusación de “finalidad subversiva” que se registraron en varias ciudades italianas. A esto, naturalmente, se le agrega decenas y decenas de episodios de represión "común" (mas o menos fuerte) accionadas cada vez que una iniciativa política o sindical se sale de los esquemas prácticos o ideológicos definidos por la contraparte, a nivel local o nacional.
Frente a estos contínuos episodios, registramos una gran dificultad de análisis y de acción. Tenemos la impresión que se tienda a menudo a perder de vista el cuadro general, concentrándose muchas veces sobre juicios críticos de mérito o, peor aun, enfrascándose en fatigosas y destructivas elucubraciones sobre conceptos abstractos y torcidos como "oportunidad", "violencia", "aislamiento", "aventurismo", y otros. El objeto de la discusión, generalmente es el sujeto mismo que sufre la represión (o su comportamiento, su análisis, su perspectiva), y raramente se analiza el significado político de éste o aquel ataque represivo, o cual cambio esta determinando, o cuales son sus razonamientos políticos que lo mueven. Se llega a la paradoja que, mientras el imperialismo ha definitivamente abandonado sus fachadas "democráticas" y hace de la guerra, de la violencia, del robo, de la explotación sus bases de apoyo, se pierde tiempo discutiendo si es justo o no gritar "10 - 100 - 1000 Nassirya" (2), si es correcto o no reapropiarse con determinación de espacios o de rentas, si es locura experimentar una vez más formas de organización revolucionaria.
Esto, según nosotros, lleva principalmente a dos consecuencias: de un lado se procede hacia un contínuo y progresivo retroceso, dejando pasar algunas cosas (¡bastantes!) que ya no se pueden lograr o hacerse. Cierto, el hecho que los tiempos "estan cambiando" va tomado en cuenta, también desde el punto de vista táctico ¡Pero esto no basta! También porque, a este paso, nos encontraremos muy pronto sin ningún espacio de acción política, aplastados definitivamente entre la mas servil uniformidad a las elecciones del gobierno (de cualquier tipo) y el riesgo material de ser expuestos a "tespestades" represivas y/o mediáticas de impresivile pesadez. En segundo lugar, esto produce divisiones, creando "diferencias" y diferenciaciones, y contribuyendo a desarrollar la arrogante presunción de saber o peor aun, de poder, a diferencia de otros, establecer cual es el límite entre preservarse a si mismo y el propio camino político de estos ataques políticos represivos. Hasta que, a la próxima acción represiva, la tortilla… La reflexión política que según nosotros viene hecha sobre los últimos acontecimientos, es en vez, obligatorio insertarlo en un cuadro mas general. Una vez más hemos asistido a un salto de cualidad en las técnicas de prevención político/represiva, a un perfecto "juego en equipo" en donde los servicios secretos, magistratura, fuerzas políticas, mass media, han experimentado una acción política que abarca 360 grados. En un solo golpe han sido colocados en la "mira" militantes revolucionarios, estructuras de movimiento, experiencias originarias y de intervención política en el mundo del trabajo, ámbitos sindicales, movilizaciones de masa. Y contemporáneamente, de un solo golpe, el cuadro político ha demostrado el propio homogéneo alineamiento en relación a las posiciones estratégicas clásicas del modelo político imperialista de la "lucha al terrorismo" !O con nosotros, o traidores!!! Y a pesar de todo, en Vicenza participó muchísima gente...
Movimiento e identidad de clase
En los últimos años hemos asistido en diversas ocasiones al desarrollo de dinámicas de lucha o de movimiento que han logrado coagularse y materializarse en torno a específicas contradicciones o unidas por el hecho de compartir grandes temas de carácter general. Del movimiento "no global", culminado con las jornadas de Génova, a las luchas de los autoferrotranvieros, del moviento No-Tav a las luchas de Melfi o de Scanzano, desde las manifestaciones contra la guerra y por Palestina hasta aquella que desde hace tiempo se había preanunciado de ser una nueva gran ocasión de movilización: la lucha contra la ampliación de la base militar de Vicenza. Es evidente a todos que ninguna de estas experiencias, nacidas sobre temas diversos y en contextos muy diferentes entre ellos, se logró desarrollar hasta ahora un movimiento de carácter general que, como en otras ocaciones del pasado, lograse efectivamente iniciar un proceso irreversible, un salto de calidad en la discusión y en la consciencia crítica en las comparaciones del sistema, consolidando nuevas formas de organizaciones de clase.
Mas que todo, en torno a estas experiencias se han concentrado tantas realidades, también diversas entre sí, que en ese particular momento se reconocieron en aquellas palabras de orden y se dieron, en su unión, visibilidad e identidad, experimentando también formas originales de coordinación y de cooperación política. Pero apenas estas experiencias disminuían, incluído el amplio circuito de agregados políticos y sociales que se desarrollaron con éstas, más de una vez tuvo que redimensionarse y desintegrarse de nuevo en aquellas miles experiencias objeto desde hace años de las fatigas y de los experimentos nuestros, como sujetos políticos y militantes del área antagonista... Probablemente porque ninguna de estas importantes experiencias se ha logrado consolidar en su entorno una identidad de clase "fuerte", reconducido como en el pasado a particulares sectores bien visibles de la población o del ciclo productivo (los obreros, los estudiantes, etc.). Tal vez en esto ha contribuído fuertemente, además de las objetivas condiciones de retroceso de la clase, el enorme y contínuo trabajo de control y prevención que, o desde un punto de vista político o del propiamente represivo, el estado y las principales fuerzas políticas y sindicales han invertido para dividir, despontenciar, reorganizar, iniciar cada posible consolidación al interno de las "compatibilidades" institucionales.
Ninguna subjetividad política antagonista o revolucionaria ha tenido o tiene la capacidad de soportar este enfrentamiento: quien lo haya probado ha pagado muy caro este intento o ha sido "reincluído", abasteciendo nuevos cuadros al aparato institucional y nuevos espacios de legitimidad a vergonzosas derivas reformistas. Pero, si con mucha humildad intentáramos hacer un balance breve de este ciclo de movilizaciones, todo nos lleva a pensar que tanta "brasa" continua a incubar bajo las ruinas de los bestiales procesos de restructuración a los cuales hemos asistido en todos estos años, y esto nos estimula a continuar la reflexión y el trabajo.
El rol del reformismo
La gran manifestación del 17 de Febrero testimonia cuánto se esté desarrollando realmente la oposición a la construcción de la base de Vicenza, aunque en el cuadro hasta aqui descrito nos indique que esto puede tener dos valores de uso, dos posibilidades de desarrollo: o ser la demostración que a pesar de todo, todavía hoy es posible hacer oposición concreta, material, política, desarrollando una verdadera autonomía de los intereses del poder, o, permanecer únicamente como la representación de una democracia "simulada" en la cual, frente a un ataque generalizado, existe al menos todavía espacio para la oposición. Este es el rol estratégico asignado hoy al reformismo: mantener "bajo control", fijándole a los valores del imperialismo, las expresiones de movimiento que esconden del desarrollo de las contradicciones reales de nuestro tiempo. En este contexto, en ausencia de una visión general, los reformistas probarán de nuevo a jugarse el rol de defensor de los débiles, de representantes del pueblo, del dique contra la injusticia y la barbarie.
Y en efecto, hoy, en las movilizaciones contra la base de Vicenza, logran tener una legitimidad política, sujetos y fuerza política desfachadamente interna y cómplice de las políticas imperialistas de este gobierno y en perfecta continuidad con las estrategias internacionales del imperialismo USA y europeo.
Y justamente ésta, su "batalla por la democracia", incluye también compartir las estratégias represivas en la confrontación de todo lo que se mueve fuera del ámbito o igualmente, fuera de su control.
¡Bien escavado viejo topo!
Ahora regresamos a nosotros. El debate desarrollado por el colectivo de redacción en los últimos meses ha buscado evidenciar justamente estos dos nudos estratégicos, estas dos "línea-guía" transformadas centrales por la perspectiva de nuestro trabajo: valorizar la "tensión a la autonomía" y desarrollar la "crítica al reformismo".
Consideramos estos dos objetivos como la imágen de referencia que estructura y al mismo tiempo, identifica nuestro trabajo, tanto por lo que concierne al debate redaccional (y el desarrollo de singulares números de Senza Censura), como por nuestro empeño político y militante llevado hacia el exterior (interno-externo). Nuestros esfuerzos siempre se han dirigido a investigar y valorizar esos comportamientos, esas dinámicas, esas realidades que tienden (y a veces lo logran) a desarrollar caminos autónomos, tanto en el plano interno, como en el internacional. Estos caminos, como hemos visto, se nos revelan muchas veces como parciales, no generales, destinados en más de una ocasión a ser re-entendidos y reubicados. Pero "... en el largo proceso del desarrollo de las contradicciones de clase nada es completamente inútil o completamente perjudicial. Sobre todo en los momentos de enfrentamiento con el estado, hay saltos de los cuales no se puede retroceder completamente y por ende constituyen objetivamente un avance de todo el frente de clase independientemente de los resultados políticos específicos logrados.” [editorial Senza Censura n. 19/06]
Al mismo tiempo, nos dedicamos siempre a denunciar y contrastar cada intención, política o represiva, de cerrar toda forma de oposición al interno de los umbrales de compatibilidad definidas por el sistema, el “... tumor, que crece desde hace muchos años, y que se propaga, se extiende cada vez mas cerca de nosotros, como una metástasis. Un tumor que absorbe la energía a nuestra rabia, que limita nuestra perspectiva y que se vuelve un instrumento cada vez más importante y eficaz en las manos del enemigo.” [editorial Senza Censura n. 20/06].
Autonomía y reformismo, hoy, son elementos que estan cada vez mas unidos entre sí por una relación dialéctica clara y precisa: donde se desarrolla reformismo no se puede desarrollar autonomía, donde se desarrolla autonomía, el reformismo entra en crisis. Esta es la llave de lectura política de donde comenzamos para buscar de volver eficaz nuestro trabajo y que proponemos a quien quiera colaborar con nosotros; sobre esto, nos interesa confrontarnos y cooperar individuando terrenos concretos de trabajo o de profundizar políticamente en donde la experiencia, los contributos, los instrumentos de cada uno de nosotros sean puestos a disposición para actuar y consolidar estos dos objetivos al interno de los procesos y de los trayectos reales de la clase.
Note:
(1) detenidos por los enfrentamientos que se produjeron contra la polícia que protegía la primera marcha pública legal en Milán de fasistas después de la liberación de la ciudad por parte de los partisanos.
(2) Esta es una consigna que se grita en las manifestaciones porque en Nassirya (Irak) hubo un gran ataque al ejército imperialista italiano.
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